Ante la noticia de que la activista China del movimiento #MeToo Sophia Huang Xueqin y el activista de los derechos de las personas trabajadoras Wang Jianbing han sido condenados a cinco años y tres años y seis meses de prisión, respectivamente, por “incitar a la subversión del poder del Estado”, Sarah Brooks, directora del equipo de China de Amnistía Internacional, ha declarado:
“Mañana se cumplen exactamente mil días desde que Sophia Huang Xueqin y Wang Jianbing fueron arrestados. Estas condenas prolongarán su reclusión profundamente injusta y tendrán un efecto disuasorio sobre los derechos humanos y el trabajo de incidencia social en un país donde las personas activistas se enfrentan a una creciente represión estatal.”
“En realidad, no han cometido ningún delito. Más bien el gobierno chino ha inventado excusas para considerar su trabajo una amenaza y perseguirlos por educarse y enseñar sobre cuestiones de justicia social, como la dignidad de las mujeres y los derechos laborales.”
“El activismo del #MeToo ha empoderado a sobrevivientes de violencia sexual en todo el mundo, pero, con este caso, las autoridades chinas buscan hacer exactamente lo contrario acabando con él.”
“Estas condenas maliciosas y completamente infundadas muestran hasta qué punto aterroriza al gobierno chino la nueva oleada de activistas que están alzando la voz en favor de los derechos de otras personas.”
“Sophia Huang Xueqin y Wang Jianbing han sido recluidos únicamente por ejercer su derecho a la libertad de expresión y deben ser puestos en libertad de inmediato y sin condiciones.”
El Tribunal Intermedio de Guangzhou ha condenado hoy a Sophia Huang Xueqin y al activista de los derechos de las personas trabajadoras Wang Jianbing a cinco años y tres años y seis meses de prisión, respectivamente, por “incitar a la subversión del poder del Estado. Sophia Huang Xueqin dijo en el tribunal que apelaría.
Sophia Huang Xueqin es una periodista que ha participado en varias campañas del movimiento #MeToo para proporcionar apoyo y asistencia a sobrevivientes de agresión sexual y acoso sexual. Wang Jianbing ha proporcionado asesoramiento jurídico a personas con discapacidad y a trabajadores y trabajadoras con enfermedades profesionales. También es un destacado simpatizante del movimiento #MeToo en China.
Su declaración de culpabilidad guarda relación con su asistencia a las reuniones semanales con otros activistas que organizaba Wang Jianbing; su participación en educación en derechos humanos en línea, y publicaciones en Internet sobre cuestiones que el gobierno chino considera “delicadas”.
La pareja fue detenida en Guangzhou el 19 de septiembre de 2021, víspera del día en que Huang iba a salir de China rumbo a Reino Unido para estudiar una máster.
Desde su detención, no se les ha permitido a ninguno de los dos ver a sus familias. Mientras tanto, la policía ha citado a decenas de sus amistades, cuyos domicilios han registrado y a quienes han confiscado aparatos electrónicos. Se cree que Sophie Huang Xueqin ha sido sometida a malos tratos bajo custodia que le han provocado un acusado deterioro de la salud.
En enero de 2023, Sophia Huang Xueqin y Wang Jianbing fueron trasladados al Centro de Detención Núm. 1 de Guangzhou, en espera de ser juzgados ante los tribunales.
Las autoridades chinas utilizan sistemáticamente cargos relativos a la seguridad nacional con disposiciones muy imprecisas, como “subvertir el poder del Estado” e “incitar a la subversión del poder del Estado”, para procesar a activistas, intelectuales, periodistas, profesionales del derecho y personal de ONG, entre otras personas.
El Grupo de Trabajo de la ONU sobre la Detención Arbitraria determinó en 2022 que Wang Jianbing estaba detenido arbitrariamente y ha pedido reiteradamente a China que derogue el delito de “incitación a la subversión” o lo adapte a las normas internacionales.
Tags: CHINA, DERECHOS HUMANOS, SEGURIDAD HUMANA, LIBERTAD DE EXPRESIÓN.
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