Cinco años después del inicio del movimiento de protesta Hirak, las autoridades argelinas siguen reprimiendo el derecho a la libertad de expresión y de reunión pacífica —según ha manifestado Amnistía Internacional— atacando a las voces críticas de disidencia, ya sean manifestantes, periodistas o personas que expresan sus opiniones en las redes sociales.
Tras la suspensión de la actividad del movimiento de protesta Hirak debido a la COVID-19 en 2020, las autoridades argelinas intensificaron su represión de la disidencia pacífica. Cientos de personas han sido detenidas y recluidas arbitrariamente. Decenas de manifestantes pacíficos, periodistas y defensores y defensoras de los derechos humanos siguen consumiéndose entre rejas por criticar a las autoridades.
“Es una tragedia que, cinco años después de que la población argelina saliera masivamente a la calle para reclamar reformas y un cambio político, las autoridades hayan continuado con su campaña disuasoria de represión”, ha declarado Heba Morayef, directora regional de Amnistía Internacional para Oriente Medio y el Norte de África.
“Las autoridades argelinas deben poner en libertad inmediata e incondicional a todas las personas detenidas únicamente por ejercer sus derechos a la libertad de expresión, de reunión pacífica y de asociación. Deben garantizar que los defensores y defensoras, los periodistas, los activistas, los sindicalistas y otras personas pueden ejercer sus derechos y expresar libremente opiniones críticas sin temor a represalias.”
“Las autoridades de Argelia deben convertir el quinto aniversario del movimiento de protesta Hirak en un punto de inflexión poniendo fin a este clima de represión, ordenando la liberación inmediata de las personas detenidas arbitrariamente y permitiendo las protestas pacíficas. Además, las autoridades deben cesar el acoso contra opositores y presuntos críticos y reformar legislación clave, lo cual incluye derogar disposiciones imprecisas y excesivamente amplias que se han utilizado para reprimir los derechos humanos.”
Las autoridades argelinas deben poner en libertad inmediata e incondicional a todas las personas detenidas únicamente por ejercer sus derechos a la libertad de expresión, de reunión pacífica y de asociación. Deben garantizar que los defensores y defensoras, los periodistas, los activistas, los sindicalistas y otras personas pueden ejercer sus derechos y expresar libremente opiniones críticas sin temor a represalias.
Heba Morayef, directora regional de Amnistía Internacional para Oriente Medio y el Norte de África
El movimiento de protesta Hirak comenzó en febrero de 2019, cuando estallaron por toda Argelia manifestaciones multitudinarias y en gran medida pacíficas que se oponían al entonces presidente Abdelaziz Buteflika. En los últimos años, las demandas de quienes se manifiestan han ido evolucionando a medida que reclamaban reformas políticas y más libertades.
Desde mayo de 2021, las autoridades han bloqueado las protestas, y ahora es necesaria una notificación previa para celebrar una manifestación. También han intensificado su ahogo del espacio cívico y su represión de la disidencia, y han detenido a decenas de personas, incluidos periodistas, defensores y defensoras de los derechos humanos, denunciantes de irregularidades y personas que se expresan online o asisten a manifestaciones pacíficas.
En septiembre de 2023, Amnistía Internacional lanzó una campaña para pedir la liberación de decenas de personas detenidas. Entre ellas se encuentra Slimane Bouhafs, activista de Amazigh detenido en septiembre de 2021 y cuya declaración de culpabilidad fue confirmada en apelación el año pasado: recibió una pena de tres años de prisión y una multa por “socavar la integridad del territorio nacional”.
Otra de las personas detenidas es Mohamed Tadjadit, conocido como “el poeta de Hirak”, detenido en relación con cuatro causas diferentes entre 2019 y 2022, en todos los casos por su participación en protestas pacíficas o por ejercer su derecho a la libertad de expresión. En enero de 2004 fue detenido de nuevo.
En octubre de 2023, el Tribunal Supremo de Argelia rechazó las dos apelaciones presentadas por los abogados del periodista independiente Ihsane El Kadi, y confirmó su condena a siete años de prisión por cargos relacionados con su labor de periodismo.
En más de una ocasión, el presidente de Argelia ha emitido indultos y medidas de clemencia para miles de personas presas y detenidas, entre ellas unas 160 vinculadas al movimiento de Hirak en febrero de 2021 y abril de 2022, según la información publicada por los medios de comunicación. Según el Comité Nacional para la Liberación de los Detenidos (Comité national pour la libération des détenus, CNLD), las autoridades argelinas han liberado desde enero de 2023 a otras 107 personas detenidas en relación con del movimiento de protesta Hirak.
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