Abduljalil al Singace, injustamente encarcelado y en huelga de hambre desde hace un año —comenzó el 8 de julio de 2021—, anunció el 29 de junio que también iba a dejar de tomar sales como medida de protesta por la retención de parte de su medicación por las autoridades, lo que hace temer que su maltrecha salud se deteriore aún más. Abduljalil al Singace, profesor universitario y defensor de los derechos humanos, lleva más de 11 años en la prisión bahreiní de Yaw cumpliendo la cadena perpetua que se le impuso por su papel pacífico en el levantamiento de Bahréin en 2011. Debe quedar en libertad de forma inmediata e incondicional y, hasta entonces, tener acceso inmediato a toda asistencia médica que necesite.
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Rey de Bahréin, Sheij Hamad bin Isa al Jalifa
King of Bahrain, Shaikh Hamad bin 'Issa Al Khalifa
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Llamamientos digitales a:
Príncipe heredero y primer ministro, Sheij Salman bin Hamad
Crown Prince and Prime Minister, Sheikh Salman bin Hamad
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Majestad:
Abduljalil al Singace, de 60 años, está cumpliendo cadena perpetua por el papel pacífico que desempeñó en el levantamiento de Bahréin en 2011. Lleva más de 11 años en prisión sólo por haber ejercido sus derechos a la libertad de expresión y reunión pacífica. El 29 de junio, Abduljalil al Singace, en huelga de hambre desde el 8 de julio de 2021, anunció que también iba a dejar de tomar sales —que estabilizan su salud durante su ayuno— para protestar por la negativa de las autoridades a entregarle la medicación que tiene prescrita, que incluye gotas para los ojos y cremas analgésicas para sus dolores musculares y articulares, que necesita a diario.
Hace un año, Abduljalil al Singace se declaró en huelga de hambre y empezó a ingerir líquidos exclusivamente para protestar porque las autoridades de prisión le habían confiscado un libro sobre dialectos bahreiníes que había tardado cuatro años en investigar y escribir. El 18 de julio de 2021, las autoridades lo trasladaron de la prisión de Yaw al centro médico de Kanoo, donde permanece recluido. Ese mismo mes, el Defensor del Pueblo del Ministerio del Interior de Bahréin declaró que no se podía entregar su libro a la familia hasta que hubiera una “decisión legal”. En noviembre de 2021, una decisión legal aclaró que el libro era apolítico; aun así, todavía no se ha devuelto. En marzo de 2022, el representante de la Oficina del Defensor del Pueblo visitó a Abduljalil al Singace y le pidió que editara el libro y volviera a presentarlo a las autoridades para revisión, advirtiendo de que habría “consecuencias legales” si se publicaba sin autorización.
Abduljalil al Singace padece múltiples problemas de salud, entre ellos cefalea grave intermitente, problemas de próstata, artritis en el hombro, temblores, entumecimiento y pérdida de visión. Su neurólogo solicitó una exploración por TAC en enero de 2022, pero las autoridades han denegado la petición de Abduljalil al Singace de que se lleve a cabo en el Complejo Médico de Salmaniya, dirigido por el Ministerio de Salud, e insisten en que se realice en el Hospital Militar Rey Hamad. Abduljalil al Singace cree que no recibirá asistencia médica suficiente y oportuna en este último ya que todavía no le han comunicado el resultado de una resonancia magnética del hombro que le hicieron allí en octubre de 2021.
Instamos a su majestad a poner en libertad a Abduljalil al Singace de inmediato y sin condiciones y a que, hasta entonces, garantice que recibe su medicación sin demora, que tiene acceso a asistencia médica adecuada de conformidad con la ética médica, incluidos los principios de confidencialidad, autonomía y consentimiento informado, y que recibe protección frente a más torturas y otros malos tratos. Igualmente le pedimos que garantice que su obra es entregada de inmediato a su familia.
Atentamente,
[NOMBRE]
Información complementaria
Abduljalil al-Singace, de 60 años, es un profesor universitario, bloguero y defensor de los derechos humanos bahreiní. Fue uno de los 14 activistas de la oposición detenidos entre el 17 de marzo y el 9 de abril de 2011, durante el levantamiento de Bahréin. La mayoría fueron detenidos en plena noche por grupos de agentes de seguridad que irrumpieron en sus casas y los llevaron a un lugar no revelado, donde pasaron semanas recluidos en régimen de incomunicación. Al parecer, muchos de ellos fueron torturados durante los primeros días de detención, cuando fueron interrogados por agentes de la Agencia de Seguridad Nacional. Durante los interrogatorios llevados a cabo por la Agencia tras su detención no se les permitió ver a sus abogados. Algunos los vieron cuando comparecieron ante el fiscal militar antes del juicio, y otros no pudieron hacerlo hasta la primera vista judicial, en mayo de 2011, que fue también cuando todos los activistas vieron a sus familias por primera vez desde su arresto. El 22 de junio de 2011, el Tribunal de Seguridad Nacional de Bahréin, de carácter militar, dictó sentencia y los condenó a entre dos años de prisión y cadena perpetua por múltiples cargos, entre ellos “establecer grupos de terror para derrocar el régimen real y cambiar la Constitución”. En abril de 2012, la causa se trasladó a un tribunal civil para un juicio en apelación. El 6 de enero de 2013, el Tribunal de Casación confirmó la sentencia.
En junio de 2011 se estableció por real decreto la Comisión de Investigación Independiente de Bahréin para que investigara y redactara un informe sobre las violaciones de derechos humanos cometidas tras las manifestaciones contra el gobierno celebradas en febrero y marzo de 2011. Cuando la Comisión presentó su informe, en noviembre de 2011, el gobierno se comprometió públicamente a aplicar las recomendaciones formuladas en él. En vez de eso, se ha sumido en un proceso de represión continua durante el último decenio, disolviendo grupos de oposición y medios de comunicación independientes e imponiendo largas condenas de prisión a activistas pacíficos. El informe de la Comisión de Investigación Independiente de Bahréin documentó la tortura y otros malos tratos infligidos a Abduljalil al Singace, denunciando que la policía lo había sometido a palizas nocturnas durante dos meses mientras estaba en régimen de aislamiento, había utilizado su discapacidad en su contra al confiscarle las muletas, obligándolo a “permanecer de pie sobre una pierna durante largos periodos” y ejerciendo presión con la muleta “en sus genitales”, y había “amenazado con violarlo y emitido comentarios sexuales explícitos sobre su esposa y su hija”.
Pueden escribir llamamientos en: árabe, inglés
También pueden escribir en su propio idioma.
Envíen llamamientos lo antes posible y no más tarde del: 29 de agosto de 2022
Consulten con la oficina de Amnistía Internacional de su país si desean enviar llamamientos después de la fecha indicada.
Nombre y género gramatical preferido: Abduljalil al Singace (masculino)
Tags: BAHRÉIN, HUELGA DE HAMBRE, PROFESOR UNIVERSITARIO, DENEGADA MEDICACIÓN, ABDULJALIL AL SINGACE.
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