Las fuerzas de seguridad libanesas permanecieron impasibles la pasada noche mientras miembros de la policía del Parlamento y hombres no identificados armados con porras lanzaban un ataque brutal contra los familiares de las víctimas de la explosión del puerto de Beirut que celebraban una sentada nocturna antes de una sesión parlamentaria clave sobre la investigación, manifestó Amnistía Internacional.
Testigos contaron a la organización que miembros de las Fuerzas de Seguridad Interna de Líbano presentes en el lugar no habían intervenido para detener el ataque, en el que la policía del Parlamento se sumó a unos hombres vestidos de negro que golpeaban e insultaban a familiares y periodistas. Resultaron heridas varias personas, entre ellas, dos periodistas que precisaron atención hospitalaria.
“El panorama de familiares de víctimas ensangrentadas en el suelo, mientras se trasladaba a periodistas heridos al hospital tras una sentada pacífica, no podría enviar un mensaje más claro sobre la determinación de las autoridades para seguir entorpeciendo el curso de la justicia de forma vil y descarada”, manifestó Lynn Maalouf, directora adjunta de Amnistía Internacional para Oriente Medio y Norte de África.
“Este incidente lo dice todo sobre el desprecio por la justicia de las autoridades libanesas. Estas familias perdieron a seres queridos a consecuencia de la inacción del Estado para proteger sus vidas, y es asombroso que ahora sufran ataques violentos simplemente por atreverse a exigir rendición de cuentas desde el frente de esta lucha histórica por la justicia.”
Ataque no provocado
Los familiares de las víctimas habían estado manifestándose de manera pacífica antes de una sesión parlamentaria prevista para hoy. El presidente del Parlamento, Nabih Berri, solicitó a la cámara que debatiera una petición de trasladar la investigación de la explosión a un consejo especial a cargo del enjuiciamiento de altos cargos. En general se considera que la petición es otro intento más de entorpecer la investigación en curso, especialmente porque el consejo, anunciado hace décadas, nunca llegó a formarse.
Las familias habían incrementado sus llamamientos a la movilización en los días previos a la sesión, lo que había llevado a varios miembros del Parlamento a anunciar que boicotearían la sesión de hoy. Sólo 39 parlamentarios asistieron, incluidos los bloques parlamentarios de los partidos políticos Hezbollah, Amal, Marada y el Partido Social Nacionalista Sirio, tres diputados de Movimiento por el Futuro y el diputado encausado Nouhad Machnouk, con lo que la cifra de asistentes no alcanzaba el mínimo necesario para que pudiese celebrarse la sesión.
Hussam Chebaro, reportero gráfico del diario Annahar, contó que el inicio de la concentración de las familias había sido tan tranquilo que había considero marcharse temprano. De repente, oyó un ruido fuerte y vio a una decena de personas con camisetas negras que salían de detrás de un puesto de control de las Fuerzas de Seguridad Interna. Hussam dijo que algunos de estos hombres llevaban uniformes de las Fuerzas de Seguridad Interna.
“Empezaron a golpearnos con palos brutalmente, y a golpear a todo el mundo indiscriminadamente: periodistas, mujeres, personas mayores, niños y niñas; la escena fuer horrible, muy brutal. Me golpearon en la espalda, el cuello, la cabeza, la cara y los hombros. Me quitaron la cámara y la moto y me tuvieron que llevar al hospital. Gracias a Dios no tengo ningún hueso roto, pero sí importantes hematomas”, dijo Hussam.
La madre de una de las víctimas de la explosión del puerto describió a los hombres que la atacaron como “monstruos”. Contó a Amnistía Internacional:
“Sin motivo alguno, aparecieron como de la nada cinco o seis hombres vestidos de negro, con ropa de civil, que llevaban porras negras. Vinieron hacia nosotros y empezaron a atacarnos. Le pegaban a la gente sin control”.
Ella logró escapar y reunirse con su esposo en el coche. Mientras se iban conduciendo, los atacantes, que la habían seguido, golpeaban el vehículo.
A Zakariya Jaber, periodista autónomo, lo golpearon simpatizantes del Presidente y le rompieron un dedo.
“Cada vez es más habitual golpear a los reporteros gráficos en las protestas… quieren que dejemos de documentar su brutalidad”, dijo.
Hussein Baydoun, reportero gráfico de Al Araby Al Jadeed, dijo que los atacantes habían gritado: “¡¿Cómo os atrevéis a insultar a Nabih Berri?!”. Hussein salió corriendo, pero lo persiguieron dos hombres que le lanzaron palos. También vio cómo golpeaban brutalmente a familiares de las víctimas de la explosión. Dijo que había presentes unos 12 miembros de las Fuerzas de Seguridad Interna que se quedaron mirando sin hacer nada. “No hicieron nada para protegernos ni a nosotros ni a las familias”, dijo.
Esta no es la primera vez que se golpea a familiares de las víctimas de la explosión del puerto de Beirut. El 13 de julio, las fuerzas de seguridad utilizaron fuerza excesiva para dispersar a decenas de manifestantes que se habían congregado frente al domicilio del ministro del Interior, que había denegado la petición del juez instructor de interrogar a uno de los generales más importantes de Líbano en relación con la explosión.
El 2 de julio de 2021, el juez Tarek Bitar solicitó autorización para interrogar a parlamentarios y altos mandos de los cuerpos de seguridad en relación con la explosión, entre ellos, el ex ministro de Economía Ali Hasan Khalil; el ex ministro de Obras Públicas Ghazi Zeaiter; el ex ministro del Interior Nouhad Machnouk; el director de la Dirección General de Seguridad, general Abbas Ibrahim; y el director de Seguridad del Estado, general Tony Saliba. Tras la denegación previa del ministro del Interior de la solicitud para interrogar al general de división Abbas Ibrahim, el Consejo Superior de Defensa también denegó ayer la solicitud del juez para interrogar al general de división Tony Saliba.
Un grupo de parlamentarios de los bloques del Movimiento Amal del Presidente del Parlamento, así como de Hezbollah y Movimiento por el Futuro, habían firmado una petición solicitando el inicio de procedimientos paralelos.
“Cuando las autoridades continúan entorpeciendo la investigación en el ámbito nacional, es más urgente que nunca que los miembros del Consejo de Derechos Humanos de la ONU en su próximo periodo de sesiones de septiembre establezcan un mecanismo de investigación de la explosión”, afirmó Lynn Maalouf.
Información complementaria:
El 4 de agosto de 2020, una de las mayores explosiones no nucleares de la historia destruyó el puerto de Beirut y causó daños en más de la mitad de la ciudad. La explosión causó la muerte de al menos 217 personas y heridas a 7.000, de las que 150 sufrieron como secuela una discapacidad física. Además, causó destrozos en 77.000 viviendas, lo que provocó el desplazamiento forzado de más de 300.000 personas. Al menos tres menores de entre 2 y 15 años perdieron la vida.
Tags: ORIENTE MEDIO Y NORTE DE ÁFRICA, LÍBANO, CENSURA Y LIBERTAD DE EXPRESIÓN, JUSTICIA INTERNACIONAL.
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