En 2011, Amnistía Internacional Hong Kong decidió enfocar la educación en derechos humanos de otra forma: a través del cine. Así, la organización creó el primer festival de cine de Hong Kong dedicado exclusivamente a los derechos humanos, con la intención de animar a la gente a aprender sobre estos derechos y a reflexionar sobre las diferentes cuestiones planteadas en documentales procedentes de todo el mundo.
El evento comenzó como un festival de cine que exhibía películas sobre la pena de muerte con el fin de arrojar luz sobre este tema. Sin embargo, a partir de 2014, el Festival cambió su enfoque para abarcar un abanico más amplio de asuntos, centrándose en un tema diferente cada año, desde los derechos sexuales y reproductivos (2014) hasta la educación (2015), el arte (2016) y la seguridad digital (2018). Este año, el Festival estará dedicado a la libertad de expresión.
El Festival presenta varias películas al año, organizando proyecciones seguidas de coloquios en los que el público puede dialogar con los/as directores/as o activistas y hablar de la película y del tema que trata. Entre los coloquios de ediciones anteriores destacan las conversaciones con el especialista en Ciencias Políticas y profesor Joseph Yu-shek Cheng y la activista estudiantil de la “Revolución de los Paraguas” Yvonne Leung.
Las películas se seleccionan en un cuidadoso proceso en el que se revisan centenares de documentales recientes de Asia y otras regiones exhibidos en festivales de cine de todo el mundo. Debe ser un documental estrenado en los últimos tres años, tener una duración mínima de 70 minutos y estar dedicado a los derechos humanos, y no haberse estrenado en ningún otro festival de Hong Kong ni estar disponible digitalmente en Hong Kong. Tras esta preselección, se tienen en cuenta el potencial para el debate de la película, su calidad y su perspectiva de derechos humanos. La ronda final, a cargo de un panel externo de cineastas y críticos/as de cine, se centra en la historia, las cualidades técnicas y el posible atractivo para el público.
Sinlam Li, responsable superior de Educación en Amnistía Internacional Hong Kong, explica que “la proyección de películas ofrece oportunidades para que el público y las escuelas entren en contacto con diversas cuestiones [de derechos humanos] de todo el mundo” y añade que el objetivo es “profundizar la comprensión del público sobre los temas que se tratan”, así como “animarlo a aprender más sobre Amnistía Internacional y a apoyar a la organización”.
El Festival incluye diferentes tipos de proyecciones: proyecciones de pago para el público en general, proyecciones gratuitas para escolares y proyecciones comunitarias gratuitas para quienes no pueden pagar la entrada. Sinlam explica que el Festival quiere ser lo más accesible posible, incluyendo subtítulos cerrados en chino y audiodescripciones de las películas, así como interpretación de la lengua de signos de Hong Kong para los coloquios posteriores.
La acogida del Festival ha sido extraordinariamente positiva desde su comienzo. Desde 2011 han asistido a las proyecciones más de 10.000 personas, y entre 2016 y 2017, más de 4.000 estudiantes. Sinlam dice que la reacción del público es “agradecer” la oportunidad de aprender más. El público asistente ha elogiado el Festival: “Gracias por organizar este evento y permitir que la gente aprenda sobre la situación en Siria”, escribió una persona. Otra dio las gracias también a la organización: “Muchas gracias por mostrar al público esta parte crucial del mundo”. Otra escribió: “Me encantaría aprender más”.
El Festival de Cine Documental de Derechos Humanos continúa este año, dedicado en esta ocasión a la libertad de expresión. Encontrarán más información en
el sitio web del Festival.