La FIFA debería detener el proceso para seleccionar a Arabia Saudí como sede de la Copa Mundial de Fútbol masculino en 2034 a menos que se anuncien reformas importantes en materia de derechos humanos antes de que voten los miembros de la FIFA el mes que viene; así lo han afirmado hoy Amnistía Internacional y la coalición Sport & Rights Alliance (SRA). Ambas han pedido también a la FIFA que supedite la selección de Marruecos, Portugal y España como sede tripartita de la Copa Mundial 2030 a la presentación de una estrategia de derechos humanos mucho más creíble.
En su nuevo informe High Stakes Bids: Dangerously Flawed Human Rights Strategies for the 2030 and 2034 FIFA World Cups, Amnistía Internacional y la SRA evalúan las estrategias de derechos humanos propuestas por Marruecos, Portugal y España para el campeonato de 2030 y por Arabia Saudí para el de 2034. El informe concluye que ninguna de sus candidaturas describía en su presentación cómo iba a cumplir las normas de derechos humanos establecidas por la FIFA en su reglamento de presentación de candidaturas ni había consultado de forma significativa con organizaciones de derechos humanos, y que los riesgos en Arabia Saudí eran tan elevados que su organización del campeonato probablemente daría lugar a violaciones de derechos humanos graves y generalizadas.
“La selección de Arabia Saudí como sede de la Copa Mundial 2034 tendrá un coste humano real y predecible si no se obtienen garantías verosímiles de reforma. Habrá discriminación contra aficionados, desalojos forzosos de residentes y explotación de trabajadores migrantes, y muchos morirán. La FIFA debe suspender el proceso hasta que se adopten las debidas protecciones en materia de derechos humanos, para evitar que empeore una situación ya grave”, ha dicho Steve Cockburn, director de Derechos Laborales y Deporte de Amnistía Internacional
“La FIFA también debe exigir estrategias mucho más creíbles y compromisos vinculantes para prevenir las violaciones de derechos humanos en relación con la Copa Mundial 2030. Marruecos, Portugal y España aún no han explicado adecuadamente cómo se protegerá a jugadores y aficionados frente a abusos discriminatorios, qué medidas se adoptarán para evitar el uso excesivo de la fuerza policial, ni cómo se protegerá el derecho a la vivienda de los residentes.”
En junio de 2024, Amnistía Internacional y la SRA publicaron un informe de 91 páginas que describía con detalle los riesgos asociados a las copas mundiales de fútbol de 2030 y 2034.
El expediente de candidatura de Arabia Saudí para la Copa Mundial de 2034 expone ambiciosos planes de construir o reformar 11 estadios, más de 185.000 habitaciones de hotel adicionales e importantes proyectos de infraestructura, desde conexiones de transporte hasta nuevas ciudades.
“Arabia Saudí va a necesitar una cantidad ingente de mano de obra migrante para cumplir sus objetivos para la Copa Mundial, y sin embargo no ha expresado ningún compromiso de reformar el abusivo sistema de patrocinio “kafala” del país, establecer un salario mínimo para los no nacionales, permitirles unirse a sindicatos o presentar nuevas medidas para prevenir muertes de trabajadores”, ha explicado Steve Cockburn.
“La estrategia de derechos humanos de Arabia Saudí no aborda la grave represión de la libertad de expresión por parte del gobierno ni el continuo encarcelamiento de personas que han sido condenadas a pasar décadas en prisión sólo por expresarse, lo que parece indicar que no existe un compromiso serio de reforma.”
A pesar de los enormes proyectos de infraestructuras, la estrategia de derechos humanos incluida en la candidatura no detalla nuevas medidas para proteger del desalojo forzoso o indemnizar a quienes lo sufren. Tampoco aborda la discriminación de las mujeres o la criminalización de las relaciones extraconyugales y homosexuales, ni incluye medidas o compromisos para proteger a aficionados y residentes LGBTI del abuso o el arresto.
Marruecos, Portugal y España han propuesto organizar partidos en 20 estadios de 17 ciudades, además de tres partidos en Uruguay, Paraguay y Argentina. Los planes incluyen un nuevo estadio con capacidad para 115.000 espectadores a las afueras de Casablanca (Marruecos) y nuevas conexiones de transporte.
Entre los riesgos para los derechos humanos resaltados por Amnistía Internacional y la SRA en su informe de junio de 2024 están: el uso excesivo de la fuerza policial contra multitudes en los tres países; el uso indebido de balas de goma; las restricciones de la libertad de expresión y de reunión, y la persistencia de los insultos racistas, sexistas y homófobos en el fútbol.
Marruecos, Portugal y España deben tomarse mucho más en serio sus obligaciones en materia de derechos humanos.
Steve Cockburn, director de Derechos Laborales y Deporte de Amnistía Internacional
El informe también señalaba el riesgo de reducir la disponibilidad de alojamiento asequible para los habitantes de las ciudades de Portugal y España donde se celebrarán partidos, y el riesgo de desalojos forzosos en Marruecos. En Marruecos, además, las relaciones extraconyugales y homosexuales están penalizadas.
Sin embargo, las estrategias de derechos humanos presentadas por las tres asociaciones de fútbol no expresaban un compromiso claro de abordar debidamente la mayoría de los riesgos identificados por Amnistía Internacional y la SRA, y se basaban en consultas muy limitadas.
“Marruecos, Portugal y España deben tomarse mucho más en serio sus obligaciones en materia de derechos humanos”, ha dicho Steve Cockburn. “La Copa Mundial 2030 sería una buena oportunidad de reforzar las protecciones de derechos humanos en los tres países, pero sólo si sus gobiernos y asociaciones de fútbol están dispuestos a hacerlo trabajando estrechamente con aficionados, organizaciones de derechos humanos, sindicatos y otros grupos afectados.”
La FIFA ha incorporado por primera vez criterios de derechos humanos a su proceso de selección de sede para la Copa Mundial de Fútbol masculino de 2026, tras las polémicas que rodearon la selección de Rusia y Qatar para 2018 y 2022.
Si la FIFA no es honesta sobre la magnitud y gravedad de los riesgos que se presentan y no actúa para prevenirlos, demostrará que su compromiso con los derechos humanos es una farsa.
Andrea Florence, directora de Sports and Rights Alliance
En octubre de 2023, la FIFA confirmó que las candidaturas para la Copa Mundial de 2030 y de 2034 deben volver a explicar cómo piensan cumplir una diversidad de normas de derechos humanos que incluyen derechos laborales, discriminación y libertad de expresión, y demostrar que tales requisitos serán “obligaciones plenamente vinculantes”. No obstante, al adoptar un proceso con una sola candidatura para cada campeonato, la FIFA socavó gravemente su propia capacidad de influir en que se emprendan reformas en materia de derechos humanos. Además, en octubre de 2024, la FIFA anunció que las asociaciones de fútbol no podrán votar cada candidatura por separado, sino que deberán aprobar o rechazar ambas en una sola votación.
Incluso parece que la FIFA ha contribuido a allanar el camino para que Arabia Saudí presente una estrategia débil en materia de derechos humanos al aceptar una grave reducción del ámbito y alcance de la evaluación de riesgos en materia de derechos humanos realizada por el gabinete jurídico AS&H Clifford Chance, que omitió asuntos clave de derechos humanos como la libertad de expresión, la discriminación de las personas LGBTI y los desalojos forzosos. La FIFA no respondió a la solicitud de Amnistía Internacional de que confirmara los fundamentos para hacer esto, y el gabinete Clifford Chance sólo contestó que sería “inapropiado” hacer más comentarios.
“La FIFA lleva tiempo asegurando que aplica criterios de derechos humanos en su selección de sedes para la Copa Mundial y a la hora de celebrar sus emblemáticos campeonatos. Si la FIFA no es honesta sobre la magnitud y gravedad de los riesgos que se presentan y no actúa para prevenirlos, demostrará que su compromiso con los derechos humanos es una farsa”, ha afirmado Andrea Florence, directora de Sports and Rights Alliance.
“La FIFA fue el primer organismo deportivo internacional que incorporó criterios de derechos humanos a su proceso de selección de sede para un macroevento deportivo, y sería escandaloso ver que ahora descarta por completo estos principios en favor de su cuenta de resultados.”
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Tags: Global, Derechos Humanos, Seguridad Humana, Libertad de expresión.
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