Se necesitan urgentemente grandes reformas integrales para proteger a los trabajadores y trabajadoras migrantes en Arabia Saudí. Así lo ha manifestado Amnistía Internacional en vísperas de una reunión clave que se celebrará mañana y en la que la Organización Internacional del Trabajo (OIT) comenzará su examen de una queja pionera presentada por el sindicato global Internacional de Trabajadores de la Construcción y la Madera (ICM) contra Arabia Saudí por robo de salarios, trabajo forzado y la prohibición de formar sindicatos.
El 7 de octubre, Arabia Saudí anunció el lanzamiento de un plan de seguro para proteger los salarios de los trabajadores y trabajadoras migrantes, la última de una serie de reformas de los derechos laborales realizadas en los últimos años como parte del plan Visión 2030 introducido por el gobierno para diversificar la economía. Sin embargo, tanto el plan como otras reformas siguen sin brindar a los trabajadores y trabajadoras suficiente protección frente a la explotación y el abuso.
“Arabia Saudí debe tomar esta queja pionera, que cuenta con el apoyo de Amnistía Internacional y otras organizaciones, como una advertencia para adaptar sus leyes y prácticas laborales y hacerlas plenamente conformes con las normas internacionales. Aunque el nuevo plan de seguro saudí es un reconocimiento de la necesidad de abordar el robo de salarios y compensar a los trabajadores y trabajadoras si los empleadores no pagan, en realidad tiene tantas lagunas que muy pocas personas trabajadoras tienen probabilidades de beneficiarse de él”, ha manifestado Stephen Cockburn, director de Justicia Económica y Social de Amnistía Internacional.
El plan de seguro establece condiciones poco realistas para presentar reclamaciones, y excluye a algunas de las personas más marginadas, como las que se dedican al trabajo doméstico o estacional. Un elemento crucial es que los trabajadores y trabajadoras sólo pueden presentar una queja si el pago del salario se retrasa para el 80% o más de la mano de obra de su empresa durante seis meses o más.
En general, los trabajadores y trabajadoras siguen siendo vulnerables a sufrir abuso y explotación a escala masiva en Arabia Saudí a causa del restrictivo sistema de patrocinio (kafala) del país, la débil aplicación de la ley y la impunidad de quienes cometen abusos.
“Las autoridades de Arabia Saudí deben ir más allá de unas medidas establecidas a medias y con desgana sobre los derechos de los trabajadores y trabajadoras, y deben centrarse en impulsar reformas exhaustivas e iniciativas que se implementen con firmeza. Ahora que está previsto que Arabia Saudí sea la anfitriona de la Copa Mundial de Fútbol de 2034, esta cuestión importa más que nunca. Están en juego los derechos de todos los trabajadores y trabajadoras migrantes del país”, ha manifestado Stephen Cockburn.
La queja presentada contra Arabia Saudí por el sindicato global Internacional de Trabajadores de la Construcción y la Madera (ICM) se refiere a graves abusos contra los derechos humanos y a robo de salarios que afectan a 21.000 personas trabajadoras. ICM presentó su queja a la OIT en junio de 2024. La queja se examinará el 7 de noviembre en la reunión del Consejo de Administración de la OIT y, si se acepta, podría dar lugar a la creación de un comité para examinar las quejas y elaborar un informe que recomiende nuevas acciones.
Tags: Arabia Saudi, derechos Himanos, seguridad Humana.
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