Por Camila Rodríguez, directora ejecutiva de Justicia 11J
Escribo estas líneas desde el exilio. Salí de Cuba el 1 de diciembre de 2022, luego de meses de ser amenazada por la Seguridad del Estado para que no continuara dentro de Cuba mi trabajo de defensa de los derechos humanos. Mi historia es la de decenas de activistas, periodistas, opositores políticos y, artistas contestatarios que en los últimos años han sido forzados a subir a un avión. En muchos casos, también a seguir las rutas migrantes que atraviesan medio continente americano, para llegar a un lugar seguro desde donde recomenzar.
A un país en fuga llegará, el próximo mes de noviembre, Eamon Gilmore, representante especial de la Unión Europea (UE) para los Derechos Humanos. Llegará en una coyuntura de reforzado asedio gubernamental. La disposición de hablarle, en un espacio coordinado en las antípodas del poder, pudiese ocasionar, cuando menos, horas de interrogatorio o desaparición forzada para quienes deseen contar en primera persona cómo el régimen de La Habana les ha oprimido.
Gilmore legitimará con su visita al régimen cubano si no adopta una postura pública firme sobre la situación de los derechos humanos y en solidaridad con las y los defensores de derechos humanos. Un régimen que ha aniquilado sistemáticamente las posibilidades de organización y las ansias de autonomía de la sociedad civil, ha fragmentado una generación de personas nobles, ha destruido la paz de cientos de hogares, y ha agotado, si aún se podía más, la esperanza de la democracia y la justicia en Cuba.
Seguiremos, tal vez, luchando contra molinos de viento, aun cuando el refuerzo de la represión estatal nos obligue a hacerlo fuera de las fronteras nacionales.
Si mis hermanos de lucha en Cuba no pudiesen hablarle al señor Gilmore, si quienes lleguen a una reunión en un salón frío, custodiado por una foto de una bella playa cubana, mostraran una versión maquillada de nuestra realidad, quiero que queden escritas aquí cinco verdades que debería saber el representante especial. Una realidad que debería conocer antes de llegar a Cuba y posar junto al dictador en una imagen de sonrisa y complicidad:
En un momento en que la UE revisa sus prioridades y agendas de política exterior con respecto a América Latina, quienes hacemos parte de la sociedad civil independiente cubana desde donde sea que nos encontremos, esperamos que la UE, en el marco de la agenda y objetivos del Acuerdo de Diálogo Político y de Cooperación con Cuba, ponga en práctica acciones concretas de apoyo a la ciudadanía cubana y de acompañamiento a las víctimas de la represión y sus familias.
Si el Estado cubano no asegura garantías de respeto a las cuestiones relativas a los derechos humanos y la existencia de la sociedad civil independiente, con mecanismos claros de seguimiento y evaluación, pedimos a la UE que suspenda el acuerdo intergubernamental. Si en los años desde su creación se ha recrudecido la situación de los derechos humanos, ya no confiamos en la eficacia de este acuerdo como instrumento de coerción en favor de los derechos humanos.
Seguiremos, tal vez, luchando contra molinos de viento, aun cuando el refuerzo de la represión estatal nos obligue a hacerlo fuera de las fronteras nacionales.
Tags: Cuba, Derechos Humanos, UE.
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