CONVITE Y LA BÚSQUEDA DE LA DIGNIDAD Y BIENESTAR DE LAS PERSONAS MAYORES

Convite se ha convertido en un referente en la defensa de los derechos de las personas mayores en Venezuela. A través de programas de apoyo directo y su incidencia a nivel nacional e internacional, la ONG combate el aislamiento y la desprotección de este grupo vulnerable

Venezuela atraviesa una crisis humanitaria y económica compleja, afectando gravemente a los sectores más vulnerables de la sociedad. Entre ellos, la población de personas mayores es una de las que enfrenta dificultades crecientes para acceder a servicios básicos de salud, alimentación y medicinas.

Convite, una organización no gubernamental venezolana, ha asumido un papel esencial en la defensa de los derechos y la dignidad de estas personas. A través de programas de asistencia, estudios y denuncias, trabaja para mejorar las condiciones de vida de los adultos mayores y darles una voz en un contexto adverso.

La ONG comenzó en 2006 y se ha convertido en una referencia en el monitoreo de derechos humanos, salud y calidad de vida en el país. Con una visión centrada en la protección de los más vulnerables, sus esfuerzos en favor de las personas mayores son una de las áreas de mayor impacto.

Mediante el análisis de datos y la publicación de informes detallados, Convite ha documentado cómo la crisis ha afectado la disponibilidad de medicamentos y el acceso a servicios médicos esenciales para esta población, revelando una realidad alarmante en la que muchas personas mayores no logran recibir la atención que necesitan.

Las dificultades para subsistir

En el informe titulado “Condiciones de Vida y Salud de las Personas Mayores en Venezuela" se revela que 68% que no puede comprar medicamentos para sus tratamientos y 93% no cuenta con seguro de salud privado. Además, 58% no asiste regularmente a chequeos médicos debido a los costos elevados.

Asimismo la totalidad de los adultos mayores encuestados afirma que no puede cubrir una dieta balanceada por falta de ingresos. Aunque algunos reciben cajas de alimentos a través del programa gubernamental de alimentos CLAP, esta ayuda suele ser insuficiente y está compuesta en gran medida por carbohidratos, lo que no satisface sus necesidades nutricionales.

La pensión mensual que reciben es de menos de $3, mientras que se estima que los adultos mayores necesitan más de $150 al mes para cubrir sus gastos básicos. Esto los obliga a depender de terceros, especialmente familiares y remesas, para sobrevivir.

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Con respecto a la dependencia familiar, la encuesta revela que 37% de ellos vive en soledad y muchos de ellos presentan problemas de salud mental, como ansiedad e insomnio, exacerbados por el aislamiento social y la falta de actividades recreativas accesibles. Además, 73% depende económicamente de un tercero, lo que incrementa su vulnerabilidad frente a la crisis económica.

También resalta que 25% de las personas mayores entrevistadas han sido víctimas de algún tipo de abuso, ya sea físico, psicológico o económico, en sus hogares o en espacios públicos.

Programas de asistencia y acompañamiento

Convite no se limita solo a la recolección de datos; también realiza actividades de apoyo directo a personas mayores. Una de las actividades que más destaca es la distribución de medicamentos y alimentos básicos en las localidades más vulnerables, por ejemplo, en la comunidad de Caimancito en el estado Sucre, la localidad de Paparo en el estado Miranda o en el Municipio La Horqueta, en Delta Amacuro.

También realizan programas de acompañamiento psicosocial para combatir la soledad y el aislamiento, especialmente desde la pandemia de COVID-19. En estos programas, los participantes reciben apoyo emocional, a menudo a través de reuniones comunitarias o sesiones de terapia grupal e individual. Estas iniciativas fomentan la interacción social y ayudan a los mayores a sentirse escuchados y apoyados, lo cual es esencial para su salud mental y emocional.

Otra iniciativa exitosa ha sido la implementación de un programa de capacitación tecnológica que tiene como objetivo derribar barreras digitales para los adultos mayores, muchos de los cuales enfrentan dificultades para adaptarse a la tecnología moderna. 

En estas capacitaciones, se les enseña el uso de herramientas digitales básicas, como aplicaciones de mensajería y videollamadas, lo que les permite mantenerse en contacto con familiares y redes de apoyo. Además, la organización busca empoderar a las personas mayores para que puedan desenvolverse mejor en un entorno que cada vez depende más de la tecnología para acceder a información y servicios esenciales​.

Incidencia social

A nivel internacional, Convite ha hecho uso de los espacios ofrecidos por organismos como las Naciones Unidas y la Organización de Estados Americanos (OEA) para visibilizar las violaciones a los derechos humanos de las personas mayores en Venezuela.

Ha participado en foros internacionales en los que ha subrayado la urgente necesidad de que la comunidad internacional intervenga para presionar al gobierno venezolano a mejorar las condiciones de vida de este sector vulnerable. Estos esfuerzos incluyen la participación en informes y evaluaciones de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y en otros espacios donde se abordan las problemáticas sociales y de derechos humanos en el país.

A nivel nacional uno de los focos principales de la incidencia de Convite ha sido la promoción de una política pública de envejecimiento digno. La organización ha denunciado la falta de políticas integrales para las personas mayores, que aborden no solo el acceso a servicios de salud, sino también a una red de seguridad social adecuada, pensiones suficientes y un sistema de atención integral para quienes padecen enfermedades crónicas.

Esto se convierte en un reclamo constante en los espacios donde Convite tiene visibilidad, a fin de que el gobierno reconozca el derecho de los adultos mayores a una vida sin pobreza y con la capacidad de acceder a los servicios y recursos que garantizan su bienestar.

También cabe destacar que realiza campañas de sensibilización a nivel nacional e internacional para cambiar la percepción social negativa hacia las personas mayores. Estas campañas abogan por un cambio cultural para lograr que se vea a las personas mayores no como un sector vulnerable, sino como un grupo activo y valioso dentro de la sociedad, con derechos que deben ser respetados y garantizados.

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